viernes, julio 29, 2005

Humanos vs animales

Alejandro Roztichner, un filósofo, afirmó recientemente en una charla que los humanos no nos diferenciamos básicamente de los animales. Según él, tal como el resto de la naturaleza, somos un conjunto de órganos que actúan mecánicamente.

Me puse a pensar sobre eso, y llegué a la conclusión de que si bien no es la racionalidad lo que nos separa, si hay algo que nos distingue: la irracionalidad. El hombre es el único ser conocido que, aunque sepa que hace algo que va a tener un final negativo para él o para quien ama, lo hace igual. Por ejemplo, uno nunca podría imaginar a un animal lastimándose a si mismo para causarse placer, como si lo hace un sadomasoquista.

El hombre no es un ser racional... Por el contrario, lo que lo distingue, es ser irracional. Ahí encontramos el verdadero detalle que nos da originalidad.

miércoles, julio 27, 2005

Para pensar...

El gobierno no puede resolver el problema. El problema es el gobierno.
Ronald Reagan

Sobre mediocres y mendigos

Muchos no se animan a ser si mismos. Están desesperados, tal como diría Kierkegaard.

No se animan a ser si mismos por mediocridad, y hacen todo en función del otro supuestamente "exitoso".
Por ejemplo, para explìcar los males del país se evita concluir en lo obvio: que la sociedad argentina, es decir, el promedio de los argentinos, es "inferior", de poca capacidad y, en definitiva, de escasas luces. No..., esa explicación sería ser muy "nosotros mismos", muy realista.

Es más fácil culpar al "capitalismo", al "neoliberalismo", al "comunismo internacional", al "imperialismo yanqui", a algo que existe y que no existe a la vez. En general, culpamos a conceptos, y no a realidades, como una forma de encontrar salida a la horrorosa verdad: somos fracasados y, por nuestra forma de ser, no podría ser de otra forma.


Buscamos permanentemente el amparo de otro. No queremos valernos por nosotros mismos. Si tenemos hambre, que nos alimenten. Si estamos desocupados, que nos den un trabajo. Si aumentan los precios, que alguien obligue a congelarlos. Si alguien tiene más riqueza, que se la quiten y la repartan.

Desafortunadamente, ese pensamiento tiene un límite: la ausencia del YO en las soluciones. Siempre es OTRO el que debe actuar: el Estado, la sociedad, la Iglesia, los políticos, los ricos, quien sea, pero no UNO MISMO. Y la vida no funciona así. Nadie puede pensar por UNO, porque nadie siente como UNO.

La solución de fondo, SIEMPRE está en el YO, en lo que UNO haga. La vida no es para "mendigar", sino para "ganar". Si tenemos hambre, busquemos comida. Si estamos desocupados, consigamos un trabajo. Si somos pobres, busquemos riqueza. Lamentablemente, nuestra sociedad está llena de mendigos. Y así nos va.